viernes, 19 de octubre de 2012

Nosotros los minusvalidos

Hola queridos amigos hoy vengo a hablar sobre nosotros los minusvalidos o discapacitados. A mi la verdad que eso de minusvalidos no me suena muy bien y discapacitados mucho menos. Yo soy un chico de 26 años y padezco de poliomielitis o sea que ando con dos muletas toda mi vida, ya que padezco de esta enfermedad desde el primer año de mi nacimiento, pero esto nunca ha sido un estorbo para vivir mi vida como a mi me gusta. La verdad, encontramos dificultades en esta vida para hacer muchas cosas, pero al ser asi no digo que sea imposible, solo que nosotros hacemos esas mismas cosas que hace la gente pero de una forma diferente. Yo creo que uno no debe de darse por vencido nunca para conseguir las cosas que necesita para ser feliz.
Hay que asumir que en esta vida hay gente que te pone las cosas dificiles, pero tambien las hay que te las facilitan y que siempre estan ahi para extenderte aquella mano de ayuda. Hoy en dia para nosotros los supervalidos, se nos cierran puertas que debemos abrirlas juntos y buscar nuevas alternativas. Porque nosotros no somos invalidos, solo minusvalidos.
Yo desde pequeño mi ilusion era conducir mi propio coche y sin la ayuda de nadie. Al pasar los años veia que se dificultaba mi sueño, al ver que no era solo coger el volante y ponerse en marcha, y que aqui habia un accelerador, freno y embrague y que se debian usar los pies, los cuales a mi me funcionaba solo el pie derecho y no de forma muy normal que digamos. A los 16 años, mi padre se compro un coche, en el cual me pasaba muchas horas montado en el y soñando que lo podria conducir, hasta que se me ocurrio la idea de probar unos palos en los pedales, y asi poder apretarlos con las manos. Esta idea me lleno de ilusion y vida, asi que corri a avisar a mi padre, que al ver mi cara emocionada y verme muy entusmasiado acepto de inmediato ayudarme en mi idea.
Salimos al campo, y empezamos a hacer nuestra idea con nuestros palos, y bueno no nos salio la cosa como yo tenia pensado y me desilusione mucho. Mi padre se puso triste al verme asi, pero no por vencido.
Al dia siguiente y nada mas despertarme oia gritos de mi padre llamandome, fui lo mas rapido que pude a ver que queria. Ahi estaba mi viejo abriendome la puerta del coche e invitandome a sentarme a conducir, al acercarme vi que mi padre habia soldado unos palos de hierro a los pedales y los habia acomodado para mi buen uso de estos. Cogi el coche, y lo lleve con total normalidad cosa que hizo emocioarse a mi padre.

Hoy por hoy y gracias a la tecnologia, hay coches automaticos para minusvalidos, como otras muchisimas mas cosas que en un pasado eran dificiles de alcanzar para nosotros hoy las tenemos en nuestras manos.

Amigo supervalido no olvides nunca que nosotros no podemos hacer muchas cosas sino que si nos ponemos a hacerlas las hacemos pero de una forma distinta. 

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